lunes, 14 de noviembre de 2016

¡Invencible!

¡Invencible!
Tras un rato de charla con mi amigo Antonio, llegas a la conclusión de que el ser humano, cuando se lo propone, es invencible.
No es cuantificable cuánto dolor ha sufrido y de que extensa variedad y modos posibles: Cancer,Infartos,recaídas, pérdida de un hijo  recientemente… Seguro que a más de uno le suena esta historia o alguna parecida en su entorno más cercano.
Mientras estas cosas pasan, el resto de la humanidad se debate entre un tipo de ideología, economía,fronteras,razas, credos o postureos más allá de lo ufano.
Invencible. No encuentro otra palabra mejor para describirlo. El ser humano tiene entre sus genes esta increible posibilidad. Supera Guerras, enfermedades, ruinas,xenofobias,catástrofes naturales,etc etc.
Y sin embargo, qué poco saboreamos los tiempos buenos y tranquilos. Nos empecinamos en mirarnos el ombligo y hacer suposiciones y críticas que a ningún sitio bueno nos llevan. Luchamos a codazos contra nuestros enemigos y nuestros adversarios (que no es lo mismo) por un lugar de privilegio, un sillón acomodado o un trozo de tierra…
Qué pérdida de tiempo. Tampoco puedo describirlo de otra manera: Pérdida de tiempo.

No es buenismo, ni pensamiento utópico sobre la realidad humana. Esta dicotomía impropia viene desde lejos y con mucha carga. La suficiente para no dejarnos parar y reflexionar acerca de qué estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo y para qué lo estamos haciendo…