miércoles, 28 de octubre de 2015

La Isla...

A diario podemos comprobar los errores que nuestra sociedad comete y repite sin cuestionarse, o al menos  no de una manera seria,  si el rumbo trazado es el adecuado.
Nos hemos empeñado en coger velocidad de crucero y no nos pararemos aunque el final sea un precipicio imposible de salvar.
Ya es tiempo..
Es tiempo de reflexionar  y precisar en qué debemos seguir avanzando y en qué debemos retroceder y subsanar .
Me pregunto:
¿Es imprescindible que nuestro coche aparque solo? ¿o es imprescindible que apostemos por una educación de mayor calidad, donde no exista merma de recursos humanos y materiales ,en la que se apueste por forjar unas bases fuertes y no en una saturación de información que aporta más dudas que certezas?
¿Es correcta la redistribución de la riqueza y el aprovechamiento de los bienes materiales y humanos existentes?
¿Deben tener ciertos deportistas/empresarios/grupos ,unos rendimientos mil veces superiores a la media del salario de un trabajador imprescindible? Deportistas/empresarios/grupos  que posiblemente "invertirán "su dinero( el que no evadan al fisco o simulen dentro de sociedades de inversión de capital) en la compra de un Ferrari /yate/palacete último modelo que sinceramente tampoco creo que le sea necesario,al tiempo que el trabajador a duras penas llegará a fin de mes.
¿Qué aporta la permisividad fiscal sobre la existencia de  determinados negocios jurídicos que apenas tributan ,mientras que un sufrido autónomo lo hace al 15 o al 21%?
¿Hemos valorado en su justa medida a la familia como fuente de factor social (para  que podamos sostener el sistema de pensiones públicas )o como fuente de vida  y creadora de riqueza cultural y futuro?
¿Se ha apoyado de verdad a la mujer/ madre  o al hombre/padre que pretende conciliar la vida laboral con la familiar? ¿Acaso  la natalidad  no debería ser considerada como un bien de inversión?
Muchas preguntas con clara respuesta, en mi humilde opinión.
Una primera respuesta( la más fácil) es repartir mucha culpa a la clase política,No es correcto. Lo cierto es que no son más culpables que nosotros.Todos sabemos en qué erramos y qué deberíamos modificar, pero no lo hacemos, o al menos no con la intensidad que se precisa. 
Seguimos comprando y produciendo lo que no necesitamos; seguimos tirando comida a la basura mientras que otros pasan hambre; seguimos permitiendo inversiones descomunales que no sabemos ciertamente de su resultado mientras que la inversiones en salud son ridículas.

Tantas cosas han de cambiar que quizá todo sea una utopía.
Como diría un amigo mio :Antonio, lo tuyo es una isla(Tomás Moro)

martes, 27 de octubre de 2015

¿La isla?

A diario podemos comprobar los errores que nuestra sociedad comete y repite sin cuestionarse, o al menos  no de una manera seria,  si el rumbo trazado es el adecuado.
Nos hemos empeñado en coger velocidad de crucero y no nos pararemos aunque el final sea un precipicio imposible de salvar.
Ya es tiempo..
Es tiempo de reflexionar  y precisar en qué debemos seguir avanzando y en qué debemos retroceder y subsanar .
Me pregunto:
¿Es imprescindible que nuestro coche aparque solo? ¿o es imprescindible que apostemos por una educación de mayor calidad, donde no exista merma de recursos humanos y materiales ,en la que se apueste por forjar unas bases fuertes y no en una saturación de información que aporta más dudas que certezas?
¿Es correcta la redistribución de la riqueza y el aprovechamiento de los bienes materiales y humanos existentes?
¿Deben tener ciertos deportistas/empresarios/grupos ,unos rendimientos mil veces superiores a la media del salario de un trabajador imprescindible? Deportistas/empresarios/grupos  que posiblemente "invertirán "su dinero( el que no evadan al fisco o simulen dentro de sociedades de inversión de capital) en la compra de un Ferrari /yate/palacete último modelo que sinceramente tampoco creo que le sea necesario,al tiempo que el trabajador a duras penas llegará a fin de mes.
¿Qué aporta la permisividad fiscal sobre la existencia de  determinados negocios jurídicos que apenas tributan ,mientras que un sufrido autónomo lo hace al 15 o al 21%?
¿Hemos valorado en su justa medida a la familia como fuente de factor social (para  que podamos sostener el sistema de pensiones públicas )o como fuente de vida  y creadora de riqueza cultural y futuro?
¿Se ha apoyado de verdad a la mujer/ madre  o al hombre/padre que pretende conciliar la vida laboral con la familiar? ¿Acaso  la natalidad  no debería ser considerada como un bien de inversión?
Muchas preguntas con clara respuesta, en mi humilde opinión.
Una primera respuesta( la más fácil) es repartir mucha culpa a la clase política,No es correcto. Lo cierto es que no son más culpables que nosotros.Todos sabemos en qué erramos y qué deberíamos modificar, pero no lo hacemos, o al menos no con la intensidad que se precisa. 
Seguimos comprando y produciendo lo que no necesitamos; seguimos tirando comida a la basura mientras que otros pasan hambre; seguimos permitiendo inversiones descomunales que no sabemos ciertamente de su resultado mientras que la inversiones en salud son ridículas.

Tantas cosas han de cambiar que quizá todo sea una utopía.
Como diría un amigo mio :Antonio, lo tuyo es una isla(Tomás Moro)

sábado, 29 de agosto de 2015

Migración hacia la libertad.

A muchos le podrá parecer postureo o simplemente palabras vacías que no tendrán ningún efecto posterior, pero no puedo evitar pronunciarme sobre la catarsis mundial que los actuales movimientos migratorios están provocando y sus consecuencias.
Guerras,hambruna,esclavitud,radicalismos,opresión,economía.... todos y cada uno de estos hechos provocan en quienes los padecen la búsqueda de un bien concreto: la Libertad.
Libertad de expresión, libertad para obtener una mejor calidad de vida,libertad para buscar la prosperidad sin soportar el yugo religioso , dictatorial  o económico que sufren en sus países de origen.
Desde nuestros (más o menos )cómodos aposentos miraremos con preocupación los hechos acontecidos; unos desde la posición de vulnerabilidad pensando que no seremos capaces de soportar un movimiento migratorio que usurpe "nuestra tierra" y altere el estatus quo. Otros desde la perspectiva social que no sabe cómo actuar ni qué hacer en pro de esas mareas humanas que carecen de los más elementales bienes,comodidades o servicios. También, como ya se ha demostrado en otras ocasiones, los habrá que directamente y sin escrúpulos tratarán este asunto como un tema de fronteras y derechos, los nuestros.
Lo más cómodo es la pasividad y el dejar que otros se ocupen del tema, pero creo sinceramente que esa postura ha de avergonzarnos y/o como mínimo llevarnos a alguna reflexión.
Sinceramente, este tema me sobrepasa, pero eso no me impide actuar aunque sea a nivel individual. ¿Tranquilidad de Conciencia ? no. Vergüenza ajena, más bien.
l@s que leáis lo escrito os preguntareis qué podemos hacer, o más bien, qué voy a hacer al respecto. En primer lugar hacer esta manifestación y no quedarme pasivo ante el televisor esperando que tras la actualización de la información sobre los intentos de búsqueda de mejor calidad de vida , el  sufrimiento y la pérdida de vidas humanas , me muestren noticias que provocan risa y que intentan calmar la ansiedad que provoca lo anteriormente visto.
En segundo lugar, a nivel individual, comprobaré qué van a  hacer nuestros representantes políticos (a cualquier nivel o escala) sobre este asunto y cuál es su postura.
En tercer, pero no en último lugar, provocar la conciencia de quienes me rodean hasta hacerles llegar a la conclusión de que no es un tema de "otros", es un tema nuestro y más cercano de lo que parece.

"Primero se llevaron a los judíos, 
pero como yo no era judío, no me importó. 
Después se llevaron a los comunistas, 
pero como yo no era comunista, tampoco me importó. 
Luego se llevaron a los obreros, 
pero como yo no era obrero, tampoco me importó. 
Mas tarde se llevaron a los intelectuales, 
pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. 
Después siguieron con los curas, 
pero como yo no era cura, tampoco me importó. 
Ahora vienen por mi, pero es demasiado tarde.» 

Bertolt Brecht.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Juntos ganamos.

Que no nos quepa duda alguna. Tenemos ante nosotros uno de los panoramas políticos más interesantes y controvertidos de las últimas décadas. No es nuevo, pero si diferente. El pulso que los dirigentes actuales de Cataluña están haciendo al Gobierno Central no es ninguna broma. Aprovechando la fractura política que nuestro País sufre en estos momentos por la aparición de nuevas fuerzas políticas que no acaban de definir, o poner en claro, cuáles son sus posturas al respecto, dichos dirigentes pretenden provocar una ruptura del consenso institucional que hasta hace pocas fechas parecía fuerte e irrompible. Nadie saldrá beneficiado, de esto podéis estar seguros. No es una cuestión de quién saldrá ganador. Es cuestión de saber cuánto se perderá y quiénes lo sufrirán. Catalanes que vivirán en un país fuera de las fronteras europeas; familias que sufrirán la ruptura por ubicaciones laborales;trabajadores que hoy residen dentro de Cataluña y que en caso de negarse a adoptar una nueva nacionalidad( o no quieran perder la española) serán tratados de distinta forma a los que si lo acepten; tasas, aranceles, deudas públicas que no se pagarán,pensiones que  no se cobrarán, nuevos impuestos obligados para la construcción de ese nuevo país, vetos de acceso al mercado europeo, etc. . 
Todo por la idea narcisista de unos pocos que infravaloran todo aquello que ahora tienen , precisamente por pertenecer a este País que tanto desprecian. Es hora de hacer grandes políticas para evitar esta catástrofe. España no se comprende sin Cataluña y viceversa. Esta región de España está llena de buenas gentes que, con la mejor intención, han trabajado y contribuido al Estado de Bienestar  del que durante mucho tiempo todos hemos  disfrutado, y al tiempo, han recibido la aportación de otros españoles que con sacrificio y esfuerzo y sin mirar a quién, pusieron su mejor hacer y sus mejores propósitos para el bien común. Que ningún catalán se sienta ofendido por mis palabras.No sólo se trata de estar de acuerdo o no en la separación de Cataluña  del resto de España, sino  de  reflexionar sobre  las graves consecuencias para los que se quedarán dentro sin que su opinión prevalezca, y de los que se quedarán fuera por no estar de  acuerdo en el fondo o en la forma. Nuestra legislación contiene herramientas más que suficientes para tomar el control de Cataluña caso de que se proclame de forma unilateral dicha independencia.Yo ,sinceramente, espero que no sea necesario. Hoy es tiempo de unidad y crecimiento global;es tiempo de usar la política como verdadera herramienta; es tiempo de que quienes presumen de su capacidad de gestión lo demuestren, y es tiempo de que todos los que creemos en la unidad de España, respetando nuestras diferencias y nuestra rica pluralidad, aportemos un mensaje directo y claro al respecto: Juntos ganamos; separados no. Necesitamos una Europa fuerte que nos facilite el día a día y nos asegure un futuro estable .La separación de Cataluña del resto de España no es, precisamente, el mejor camino a tomar por ninguna de las partes.

martes, 19 de mayo de 2015

Mentiras arriesgadas

La campaña electoral ha dado comienzo y todos aquellos que pretenden obtener un cargo público tanto a nivel local como autonómico han sacado sus mejores galas, su mejor sonrisa , elegido con cuidado escénico sus próximos movimientos y planeado estrategias con un propósito  muy definido: Obtener nuestra confianza , y como no podía ser de otro modo, nuestro voto.
No va a ser tan sencillo en esta ocasión. Nos hemos vuelto más exigentes. Es total y absolutamente necesario que lo seamos. 
¿Es posible que, en unos pocos días de campaña, nos convenzan de sus bondades y planes de futuro? Sinceramente creo que no.
Lo que nos están pidiendo es de suma importancia. Es un tesoro de incalculable valor. Quieren que, ejerciendo un derecho constitucional conseguido no con poco sacrificio y esfuerzo de personas que lucharon durante décadas por ello,  les otorguemos nuestra confianza y les dejemos hacer respecto a elementos esenciales en nuestra vida diaria ,como educación, sanidad, impuestos locales y autonómicos, inversiones públicas, empleo, cultura, comercio,  etc.
Quizá deberíamos preguntarnos si han sido cercanos al ciudadano, si se han preocupado por sus problemas, si han sabido dar respuesta a sus inquietudes, si creemos realmente en su capacidad de gestión( tanto la de la llevada a cabo como de la pretendida) y unas cuantas más a las que hemos de dar una respuesta sincera. 
Respecto a los que ya obtuvieron nuestra confianza es más sencillo analizar su gestión, basta comprobar si todo aquello que nos prometieron en el anterior proceso electoral está cumplido en mayor o en menor medida; si su gestión ha sido eficiente y su capacidad demostrada, y cuál es la respuesta a las anteriores preguntas. Respecto a los que pretenden obtenerla, lo tenemos un poco más difícil y hemos de ser, si cabe, aún más exigentes.
A todos aquellos que nos piden nuestro voto, debemos mirarlos a la cara y presionarlos hasta obtener, al menos, un atisbo de seguridad en sus propuestas y convicción en sus argumentos. Levantar la mano y preguntar sin miedo por el cómo, el cuándo y para qué. Han de ser capaces de convencernos y salir airosos de esta lid.
Nuestros pueblos y nuestra Comunidad Autónoma precisan de los mejores gestores y de los mejores proyectos. Es nuestra obligación exigir capacidad, eficiencia, transparencia, y por supuesto, responsabilidad.
Esta reflexión puede parecer dura, pero, en mi opinión, muy necesaria. No me olvido del carácter humano de aquellos que pretenden nuestra confianza, pero, tras la terrible crisis económica y social que nuestro país y nosotros en primera persona hemos sufrido, y aun sufrimos, creo que ser exigente, es ser consecuente y necesario.
Muchos son los llamados, pocos los elegidos…

martes, 31 de marzo de 2015

Reflexiones.

Hace  unos días, un acontecimiento sencillo y cercano llamó mi atención de sobremanera.
Un reconocimiento a personas que dedicaron y dedican su tiempo y energías a colaborar con y para los demás captó mi atención de inmediato, haciéndome reflexionar sobre las interioridades del ser humano y las limitaciones auto impuestas.

No es tema baladí, o al menos no para mí. Esta reflexión  me llevó muy atrás en el tiempo y me hizo preguntarme, dónde, qué, a quien, o de qué modo había colaborado o participado de esa forma para mi pueblo y mis convecinos. La respuesta fue desoladora. No tenía recuerdos en ese sentido más allá de tener buen trato, ser respetuoso, y algún que otro acto de ayuda sin importancia.

Tras esta reflexión, me pregunté entonces sobre lo que sí  había hecho , y mi respuesta aparentemente era lógica: Trabajar; crecer como persona,crear ,cuidar de mi familia y construir los cimientos necesarios para que las posibles turbulencias no la derribasen.

Podría ser suficiente, pero no para mí.

Me sentí totalmente insatisfecho. ¿Cómo era posible? Simplemente no lo sé...

Entonces pensé y recordé etapas más recientes, y ahí si vi algo más. Con mayor o menor acierto he participado en mi entorno .y es ahora cuando me siento más contento y satisfecho conmigo mismo. Sin duda, el aportar lo mucho o lo poco que sabes y tienes es lo que te hace más feliz.

 Lo que se precisa no es un cambio de forma de ser, es un cambio de actitud.

Para alguno de los presentes en dicho acto, ese reconocimiento podría parecer que había llegado demasiado tarde pero ,en mi opinión , eso no es así. los familiares que lo recibieron en su nombre se llenaron de  orgullo, y la satisfacción iluminaba sus caras. Estas personas habían participado de forma directa en la construcción de una sociedad.¿hay algo más importante en el ámbito social?

En épocas de crisis social como la que atravesamos, esas personas,en un segundo plano la mayoría de ocasiones,han sido y son los protagonistas reales, aunque casi nunca se les reconoce a tiempo o en su justa medida. Merecen por ello toda mi admiración y respeto.

Vivimos un tiempo especial y extraordinario, tanto en sus durezas como en sus oportunidades. Estoy plenamente convencido: El egoísmo y el egocentrismo no llevan a nada, o al menos, a nada bueno .En cambio, si sumamos nuestras fuerzas y experiencias (buenas y malas) todo es posible.

Esta vida es la que es, y dura lo que dura. En su final, deberíamos tener una respuesta satisfactoria  a las preguntas: dónde, qué, a quién y de qué modo hemos aportado y ayudado; pero sobre todo, si hemos sabido y podido enriquecerla.

Todo está por hacer, o al menos, por mejorar. Hagámoslo, merecerá la pena