Me encanta la dialéctica popular cuando uno no sabe o no quiere decir con qué, con quién o cual es su posición ante la que está cayendo. Son de los tuyos.... de los suyos..... ¡los nuestros no!...¡ son de los vuestros...!. ¡lo han hecho ellos..!. etc etc. Nunca, repito, nunca ,de forma sincera, somos capaces de reconocer los fallos cometidos y mucho menos escuchar a los que (por ridículas cuestiones la mayoría de veces) consideramos nuestros contrarios. Pero lo peor de todo es ,que si no nos posicionamos de forma clara y contundente, seguiremos en este impás de espera a ver que sucede, y lo que va a suceder ya os lo adelanto yo, no hace falta que esperéis noticias del algún Gurú de la alta esfera social o política. La respuesta es sencilla: ¡Pasaremos a la historia con más pena que gloria sin haber hecho nada al respecto! No es cuestión de echarnos a la calle un día y salir en unas cuantas fotos, nó, es cuestión de trabajar día a día y saber que eso y sólo eso dará sus frutos. No se trata de quién, sino de qué es lo que nos espera, no es cuestión de aguantar sino de actuar. La mayoría habla mucho y hace poco, y cuando algunos lo intentan los vapulean mediáticamente o le sacan trapos de distinto nivel aromatico, y los que de verdad huelen, a esos ni caso, a ocultarlos en lo más profundo de los cajones. Debemos diferenciar lo que nos importa de verdad y decidir si es¿ quiénes va a dirigir el cotarro? o ¿qué es lo que van a hacer? si lo que nos importa es lo primero, pues tranquilos, ellos ya lo están decidiendo por nosotros, Si lo que nos importa es lo segundo, pues a trabajar toca.
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