No
deja de asombrarme la capacidad del ser humano para ,ver sin prestar atención, oír
sin escuchar y observar sin sentir.
Esta
es una de nuestras máximas: Hacer una mueca y pasar de largo.
¿Cómo
es posible que seamos así? ¿Supervivencia acaso? No se…
Nos
llegan noticias de gran calado desde todas las partes del Mundo Mundial :revueltas
en Brasil, asesinatos y violaciones en la India, hambruna en África arropada
por guerras eternas, conflictos bélicos independentistas, Yihad Islámica de
alto grado ,etc.
Todo
eso y mucho más ocurre a nuestro alrededor, y nosotros , después de meditar un
rato al respecto, volvemos a manifestar nuestros desacuerdos sobre si ¿ Monarquía
o republica? Y si no lo hacemos, no os preocupéis, los medios lo harán por
nosotros. Todos los días y a todas horas.
Ridículos,
sinceramente me parece que somos ridículos e infantiles manteniendo posturas
sobre si el juguete es mío o si me toca a mí, y mientras el Mundo se abre paso hacia
un abismo incontrolable.
¿De
verdad que no somos capaces de madurar y no sacar las cosas de contexto? ¿Es
que no hemos aprehendido con los años que la mejor manera de progresar en
bienestar y seguridad jurídica es crear y mantener una base de consenso que
implique a todos y que genere beneficio general?
Mirad
por vuestra ventana y observad a vuestro alrededor, pensad en cómo mejorarlo,
aunque le toque la mejor parte a otro que no conocéis. Respetad las decisiones
de los demás y escuchad lo que tienen que decir, quizá saquéis a flote la
cuestión principal de su malestar, que suele estar escondida tras escudos estériles.
¿Monarquía
o República?
¿Paz
y armonía o crispación? Es la pregunta que debemos hacernos.
Tenemos
las herramientas para tener lo uno o lo otro: Tenemos democracia Parlamentaria,
y simplemente es cuestión de Programa y votos, sí, Programa y votos, así de
sencillo, sin salir a las calles a romper mobiliario, cristales, pegar a policías
y estos a ciudadanos, y en definitiva, sin exacerbar cuestiones que tienen
solución.
Seguro
que tras leer estas letras , pasados unos segundos quizá, olvidareis lo que habéis
leído, lo que habéis sentido y lo que habéis pensado, para, quedado ya sin
efecto la reflexión pertinente, volver a haceros la misma pregunta ¿Monarquía o
república?
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