A veces, es dificil diferenciar cuándo una persona expresa unas ideas de forma energica reclamando justicia , y lo hace porque es un verdadero radical o simplemente porque está estresada. Últimamente, con mucha frecuencia además, esto es visible en nuestra sociedad.
Deberiamos profundizar en el tema y sacar algunas conclusiones, y yo lo he hecho estudiando el discurso de alguna de ellas, desde el inicio hasta el final, y he tomado algunas notas: empiezan con alguna coherencia,bajan el tono cuando se notan flojas de contenido, y por último,terminan con incoherencias sin ningún argumento.
Su base argumental:
La culpa de todo, absolutamente de todo es de otros, que aunque no conocen personalmente , ni por supuesto sus sacrificios ni esfuerzos personales,pero que como salen en la tele.... son gentuza ,así lo expresan, pero a continuación le dicen al del taller ¡oye, esto me lo haces sin IVA", como si eso fuera un mal pequeño.Más tarde llaman al amiguete que sin dar de alta y por tanto sin cotizar ni pagar impuestos les hace las chapucillas. Y cuidado,¡ no se te ocurra decirles nada!, porque comienzan con la coherencia y terminan...con lo que ya se supone.
Cada dia estoy más convencido de que estrés y radicalismo van unidos de la mano, porque si a los que tanto enarbolan la bandera de la injusticia les das de comer cinco veces al dia,buena casa,colegios caros para sus hijos, un buen coche , un buen trabajo y de vez en cuando unas buenas vacaciones, radicalismo y estres desaparecen, ¿o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario