miércoles, 11 de diciembre de 2013

No nos queda más remedio que buscarnos las habichuelas.

Esta mañana charlaba con un amigo al que hace algún tiempo no veía.¿Como iba a verlo? llevaba cinco meses en Santo Domingo trabajando. El domingo le envié un whatsapp a otro amigo y me contestó que acaba de llegar de Turquía. Otros más me comentaron hace un mes que proyectan viajar a Rusia y a Canadá buscando mercado para sus productos.
Creo necesario hacer un análisis dimensional y variado  de estos hechos. El primero (viendo la cara más positiva del asunto) nos indica que es bueno que se nos conozca fuera de nuestras fronteras. España tiene mucho que ofrecer al resto del Mundo. Otro análisis más crítico y menos positivo nos lleva a reflexionar hasta qué punto es obligado marcharse fuera para buscarse la vida y defender lo poco que nos queda.Un tercer y último enfoque nos dice que esto va para largo y que debemos acostumbrarnos; que a partir de ahora deberemos hacer las maletas con mucha frecuencia y ser más internacionales con nuestros negocios; que se acabó el esperar a que nuestro entorno más cercano nos permita sobrevivir (y mucho menos ante otras situaciones de crisis que seguro llegarán en próximos ciclos económicos) y en definitiva y como diría mi abuelo" No nos queda más remedio  que buscarnos las habichuelas"
¿Nos acostumbraremos a ver partir a los amigos y familiares buscando fortuna en otros lugares y admitir que su marcha no es por tiempo breve?¿Entenderemos que nuestros negocios deben ser internacionales, tengan el volumen que tengan?¿Nos haremos ciudadanos del Mundo ?
Es relativamente fácil hacer una valoración externa, pero es el que se marcha y deja a su familia aquí el que lo sufre;  el que durante muchas noches de hotel , en soledad, duda y lucha.
Es ahora cuando debemos ponernos en la piel de los que llegaron a España buscando una vida mejor y dejaron lejos a sus familias.Seguro que los valoramos más.¿ verdad? Valientes ,es la definición que yo les atribuiría. 
¡A todos ellos ,a los que llegaron y a los que se marchan, por valientes, les envío un abrazo y un fuerte aplauso!

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